QUIÉN SIEMBRA VIENTOS COSECHA TEMPESTADES (2007)

QUIÉN SIEMBRA VIENTOS COSECHA TEMPESTADES


Dr Ricardo Bengolea



En una suerte de Mani Pulite pre electoral, tanto el oficialismo como la oposición se regodean por el éxito o fracaso de las acusaciones del fiscal federal Carlos Stornelli en el caso Skanska. Varios años ya han transcurrido desde las solitarias denuncias realizadas por Elisa Carrió sobre los supuestos manejos del Ministro de Planificación Julio De Vido. Acusaciones que para la inmensa mayoría fueron producto de alguna fantasía de la ex Diputada y actual candidata a Presidente por la Coalición Cívica. Sucede que para esa mayoría de ciudadanos silenciosos y silenciados, la complicidad con la Administración Kirchner esta íntimamente relacionada con sus propios beneficios, tanto políticos como económicos.
En temas tan “banales” como el respeto por las instituciones de la República, el combate a la corrupción y la falta de ética de administradores y administrados, según podemos observar a lo largo de nuestros últimos 50 años, la denuncia realizada por cualquier ciudadano comprometido con la salud de nuestra joven democracia es producto de su locura o bien del oportunismo político.
No será el caso Skanska algo diferente a temas como las coímas en el Senado de la Nación o IBM - Banco Nación. Podríamos enumerar decenas de casos relevantes que desafortunadamente no han logrado satisfacer la sed de justicia de sus denunciantes. En un país donde están a flor de piel los vestigios ciertos de la más franca decadencia como sociedad, denunciar un acto de corrupción y a más de 23 funcionarios encabezados por el ex titular de Enargas Fulvio Madaro y el ex gerente de Nación Fideicomisos, Néstor Ulloa por cohecho y pago de sobreprecios millonarios a empresas que tenían a su cargo la ampliación de los gasoductos Norte y Sur, suena, al menos, utópico.
Los gravísimos hechos que tuvieron a la hermana del Presidente, la Ministra Alicia Kirchner como actriz estelar en una puesta en escena patética realizada por una parte de los docentes de la Provincia de Santa Cruz y los recientes incidentes violentos de “ supuestos” trabajadores con bombas Molotov y piedras dentro de sus mochilas enardecidos por el pésimo servicio de trenes urbanos en la Estación Constitución, nos muestra a las claras del enrarecido clima de permisividad y descontrol que la Administración Kirchner ha tolerado por una cuestión ideológica y de franca incapacidad .
La prepotencia y la presión ejercida por el Presidente a lo largo de su gestión tanto a empresarios, jueces y políticos fue la semilla del odio que sirvió para que en la actualidad seamos testigos de los hechos de violencia inusitados que tiñen de sangre las páginas de los diarios y las crónicas televisivas. Cuando el discurso incita a la persecución política y a la disgregación social como punto de apoyo a la ideología del Presidente, no deberíamos extrañarnos, y mucho menos él, que los resultados sean el acrecentamiento ilimitado de la violencia. La violencia que se ejerce del gobierno hacia el pueblo, de arriba hacia abajo, tarde o temprano termina castigando al tirano. Quién siembra odio recoge más odio. Quién siembra impunidad recogerá la Argentina violenta de hoy. La corrupción de los funcionarios es la otra cara de la violencia. ¿Será Skanska el leading case para comenzar una nueva y exitosa campaña anticorrupción?, o será una nueva frustración. Ser o no ser, esa es la cuestión.