lunes, 21 de julio de 2008

EL SILENCIO DE LOS INOCENTES

EL SILENCIO DE LOS INOCENTES

Ricardo Bengolea




Disfrutando de las apacibles pero severas palabras del Vicepresidente Julio Cobos asestando al tirano Kirchner un golpe definitivo a sus desesperadas ansias de poder y dominación maquiavélica, el Pueblo argentino supo que aún quedaban resabios republicanos dignos de tomar en cuenta. Tirano es aquel que vulnera la paz de su pueblo. Que lo somete a su antojo. Que no respeta la Constitución Nacional ni la división de los tres poderes del Estado. Aquel que desprecia y vulnera las libertades individuales y avasalla con su accionar los derechos y garantías de los ciudadanos. También quién ahoga a la prensa libre y a los gobiernos provinciales con fondos que arbitra de manera antojadiza. Aquel que domina sin contemplaciones a la Justicia y los mecanismos de control republicanos. El silencio de los inocentes es la complicidad de la mayoría del pueblo que optó por dejarse someter a tanto oprobio sin queja alguna.
Fueron 129 días de locura que generó en toda la ciudadanía una suerte de desesperanza y angustia minando a su paso voluntades y sueños. Días y noches que tuvieron como protagonistas primarios a los productores agropecuarios y a los pueblos del interior del país quienes sintieron en carne propia el yugo político opresivo al que las despóticas aspiraciones de Néstor y Cristina Kirchner intentaron someter.
La Resolución 125 era solo la punta del iceberg. El maltrato de más de cuatro años producido al sector más eficiente de la economía, aquel que apostó con su inestimable aporte del 10% de retenciones implementadas por Duhalde y Lavagna, se lo castigaba con más impuestos y desaires hasta colmar su paciencia. Los mansos del campo soportaron la diatriba permanente y los insultos que provenían de las diferentes usinas kirchneristas como D´Elía, Hebe de Bonafini, Kunkel y otros innombrables personajes que volvieron a minar los sueños de toda una sociedad hambrienta de éxitos.
Kirchner representó a lo peor del peronismo. Aquel sector político interno a los que el mismo General Perón echó de la Plaza de Mayo bajo el mote de “imberbes”, generando un cisma dentro del Partido Justicialista que finalizó con la noche negra de nuestra historia. Muerte, violencia, odio. Palabras que provocaron una sociedad fracturada y resentida con su propio fracaso con muestras claras en la actualidad que desafortunadamente aún no hemos logrado superar.
El Congreso de la Nación, apremiado por la urgencia del momento histórico que nos tocaba vivir, apostó por el debate inteligente que tuvo su corolario en el desempate del Vicepresidente, a quién la inmensa mayoría de los ciudadanos reconoció como un héroe al expresar su voluntad pública de no aprobar la media sanción de Diputados de la Resolución 125. Me pregunto ¿Qué lleva a un ex Gobernador radical y profesor universitario como Julio Cobos a pensar que un tirano como Kirchner podría ser el estadista que llevaría a la Argentina al pedestal internacional del que nunca debió descender? ¿Será la pluralidad política prometida por el tirano o un simple acto de supervivencia política del mandatario mendocino? Pienso, luego existo. La debacle del radicalismo luego de la pésima experiencia de la Alianza generó una diáspora dentro del Partido de Alem. Lo dramático del caso es que la mayoría de los líderes radicales que ostentaban cargos públicos abrazaron sin tapujos los cálidos brazos de la abundancia kirchnerista. ¿Existo, luego pienso? Tiene mucho más que ver con la realidad éste último presupuesto. Por lo menos la cruel realidad argentina así lo demostró. Cobos existió y luego pensó. Tarde, pero pensó. Odiado por su inventor, “Cobos es un traidor”. Adorado por los radicales y por el resto de los ciudadanos que hace algún tiempo atrás, a medida que se conformaba la Concertación Plural que sería el basamento político del triunfo de la señora Cristina Fernández, despotricaban a los radicales K. Hoy un gran amor, mañana una traición. Los argentinos no tenemos memoria, de ahí que comenzaron a pulular nombres como Barrionuevo, Duhalde, ¡Qué bueno el discurso de Chiche Duhalde! comentaban algunos ante las palabras adecuadas que la señora del ex Presidente promulgaba en el recinto de la Cámara de Senadores. Desmemoriados. Así somos. En un par de años más, hasta Cristina puede soñar con la reelección ¿Usted cree que estoy exagerando? Cómprese una bolsa de pochoclos, una gaseosa y aguarde por la nueva aventura política argentina.
El Gobernador de la Provincia de Buenos Aires Daniel Scioli convocó al Gobierno Nacional a que realice una profunda autocrítica ¿Comenzará él por analizar su actitud timorata y genuflexa a los Kirchner, tanto mientras ejerció su cargo de ex Vicepresidente como el actual de Gobernador? ¿Asumirá su cobarde actitud de no defender al sector agropecuario durante los últimos 129 días de conflicto? Otros referentes nacionales también deberán ser de la partida: El Gobernador de Santa Fe Hermes Binner con sus tibias declaraciones a favor del sector rural, sostén de la economía de su Provincia, tratando por todos los medios filtrar el posible enojo del tirano nacional. Schiaretti, Gobernador de Córdoba, para quién el conflicto lo bañó de legitimidad, aprovechó para “ofenderse” con Kirchner defendiendo a la Provincia sojera por excelencia. Gracias a la presión de los Intendentes y la medición de su imagen política se puso del lado del campo. Conveniencia política. Tanto él como De la Sota endeudaron a Córdoba y su economía se encuentra colapsada. El Jefe de Gobierno de Buenos Aires, Mauricio Macri quién obtuvo el apoyo de la mayoría de los hombres de campo que viven en la Capital Federal apenas esbozó algunas declaraciones de compromiso, siempre atento a la posible respuesta de Néstor y Cristina. En estos tiempos que corren, no hay espacio para los timoratos. A pesar de ello la Argentina sorprende con sus candidatos por la fragilidad de su memoria. “¿Yo? Argentino”.
Un capítulo aparte de la autocrítica solicitada por Scioli lo componen Elisa Carrió de la Coalición Cívica, Gerardo Morales de la UCR y “el Adolfo” Rodríguez Saa Senador Nacional por la Provincia de San Luis, quienes sin tapujos apoyaron desde la primera oportunidad al campo con sus palabras y sus hechos, dando una demostración de coraje y de esperanza. Quizás Lilita Carrió fue la más comprometida, la más audaz. Aquella que fue vaticinando como si fuera una vidente los momentos históricos que hemos vivido. Aquella que observó como en una madrugada pactaban en la Cámara de Diputados rogó que el campo y la ciudad tuvieran presencia mientras se tratara en Senadores y surgió el esplendor de la demostración cívica en Palermo. La no violencia y la esperanza fueron sus armas más valiosas. Doy las gracias a los tres referentes nacionales por su vocación republicana.
En el plano económico abundan las cifras que marcan el fracaso de una gestión. No de ahora. Desde siempre. Nuestro proyecto de país es un enorme y rotundo fracaso. Los gobiernos de una Nación tienen la difícil misión de lograr la felicidad de su pueblo. Ésta debe ser construida con seriedad y sentido común. Con bases sólidas y con políticas que apunten al bienestar de su pueblo. Por cierto que ello no ocurre en la Argentina. Por lo menos no lo disfrutaremos por varias generaciones. Las empresas miden sus éxitos o fracasos económicos por sus resultados. Lo mismo sucede con los países en un sentido mucho más amplio de ese concepto. Resultados económicos, políticos, sociales, educativos y demás áreas sensibles del Estado. En una organización armónica de políticas tendientes a la felicidad de un pueblo se encuentra el secreto del éxito de una sociedad. No hay felicidad sin justicia. Sin ética. Sin una justa distribución de la riqueza. Sin justicia social. Con corrupción.
Si realizáramos un ajustado resumen desde el año 1930, cuando se llevó a cabo el primer golpe de Estado contra el gobierno democrático de Hipólito Irigoyen, hasta nuestros días, comprobaríamos que hemos estado violando sistemáticamente el principio republicano y ético que identifican a todo país civilizado. La Constitución Nacional. Piedra basal de toda sociedad democráticamente organizada.
Es imposible lograr la felicidad de un Pueblo sin el debido cumplimiento de la Carta Magna. Su flagrante violación por parte de las distintas administraciones ha convertido a nuestra querida Argentina en un país injusto por donde se lo mire. Pauperizado no solo en los resultados económicos, también en la actividad de la Justicia, la degradación de nuestro sistema educativo, de nuestro sistema de valores rectores como sociedad. Somos infelices y lo demostramos con nuestra intolerancia, con nuestra violencia cotidiana y el desprecio por nuestros semejantes.
Hay maneras de volver a la senda del crecimiento tanto económico como social. Participar en la vida política de nuestro país por medio de una opinión pública más comprometido con las decisiones políticas de los gobernantes de turno. Atenta ante los mínimos resquicios de ataque a la libertad y a los derechos y garantías constitucionales. Al respeto sin claudicaciones por la división de los poderes del Estado. Creo que la combinación de éstos términos fundamentales nos hará una sociedad más justa y mucho más feliz. La aparición de Cobos cuando finalizaba el último round del conflicto entre el Gobierno y el campo es una simple luz al final del túnel. El silencio de los inocentes debe finalizar de una vez por todas para convertirnos en serios y comprometidos protagonistas de nuestros tiempos. Participemos en política, dentro de los Partidos políticos, sociedades intermedias, ONG, instituciones y demás organizaciones para plasmar nuestras ideas y propuestas, pues no podremos alegar en el futuro la inocencia por culpa de nuestro cómplice silencio.

viernes, 11 de julio de 2008

ZAPATILLAS SÍ LIBROS NO

ZAPATILLAS SÍ LIBROS NO

Ricardo Bengolea



Esta lamentable consigna se viene propagando desde los primeros pasos del peronismo como un flagelo inevitable sobre nuestro horizonte cultural. La ignorancia es el caldo de cultivo de la mayoría de los males que aquejan a una sociedad. Por desconocer el valor de una cosa se roba, por ignorar el valor de una vida se mata. También se somete por ignorancia y se acepta el sometimiento por lo mismo.
Nos hemos depreciado como sociedad al apartarnos de la senda del conocimiento. La gran mayoría reemplazó el esfuerzo y el trabajo serio por el facilismo y la prebenda. Reemplazamos a los libros por ambiguos referentes que fueron acomodando sus discursos a nuestras exigencias. Cada vez nos fuimos haciendo más dependientes de nuestros errores y las ambiciones de otros, olvidando que alguna vez nuestros padres de la Patria defendieron con su vida la libertad. La ignorancia sepulta la libertad. De cómo hemos elegido llevar a cabo nuestra vida, habla a las claras de la escasa importancia que tiene y ha tenido la educación en nuestro país en los últimos sesenta años. Es parte de un largo proceso de decadencia. A diferencia de lo que sucede en una guerra donde se inicia con el primer acto hostil y finaliza con la firma del armisticio entre las potencias beligerantes, en la decadencia no se puede establecer exactamente cual es el hecho desencadenante y mucho menos conocer o determinar su epílogo. Podemos afirmar que como sociedad transitamos penosamente el oscuro sendero de la decadencia ¿Cuándo comenzó? Si tuviéramos memoria seguramente podríamos esbozar alguna idea al respecto.
La UNESCO dio a conocer los resultados del 2º Estudio Regional Comparativo y Explicativo con el fin de determinar el nivel de aprendizaje de los alumnos de escuelas primarias en 16 países de América Latina y el Caribe: En lectura, Argentina ocupa el octavo puesto. Sexto lugar en matemáticas y cuarto puesto en ciencias naturales (La Nación). Estos datos son los que deberían preocuparnos pues nos indican el retroceso en la educación que ha sufrido la Argentina en vísperas de su Bicentenario, algo que quita el sueño a la señora Presidente. Pretender que los alumnos tomen como referentes a sus docentes quienes para sus justos reclamos salariales asumen ropajes de vulgares piqueteros es prácticamente imposible. Desear que el Estado Nacional y los Estados Provinciales determinen mayor presupuesto a la educación y al conocimiento es una utopía pues dentro de sus oscuros planes se han confabulado en tener un pueblo más ignorante para someterlo a su antojo. Más ignorancia menos libertad. Solo el conocimiento nos hará libres y de ello depende la felicidad de toda la sociedad.
¡Buen día Parlamento! En buena hora despertó del letargo de más de 120 días que el interior de la República se cansó de clamar justicia y equidad. Ahora deberán los congresistas liberarse de las cadenas que los sujetan al Poder Ejecutivo, al autoritarismo, a la soberbia.
Cuando leo acerca del ¿peronismo opositor? Me vienen a la memoria sus personajes: Eduardo Duhalde llegó a la Primera Magistratura de la Nación por la ventana que le brindó el golpe institucional y popular que él mismo arbitró contra un débil y devaluado Presidente. De la Sota sumergió a Córdoba desde su administración plagada de errores y corruptelas en una crisis que le está explotando en las manos del oportunista Schiaretti, su fiel seguidor. Jorge Busti, aquel gobernador entrerriano a quién las pasteras Botnia y Ence culparon por exigirles “demasiadas” formalidades provocando el ridículo conflicto con nuestros hermanos uruguayos. Alberto Rodríguez Saa, si mal no recuerdo ante la presencia de los Diputados y Senadores de la Nación, muy suelto de cuerpo y con una enorme irresponsabilidad decretaba como flamante Presidente de la Nación que la Argentina no pagaría sus compromisos con el exterior. Lo más grave fue el aplauso cerrado de todos los presentes. Una vergüenza. ¿Cuándo comenzaba la decadencia?
Por último, quizás el más respetable del grupo de peronistas opositores: Carlos Reutemann. Sin embargo cuando el brazo de la Nación lo invitó a sentarse en el Sillón de Rivadavia no aceptó esa responsabilidad. ¿El resultado de su negativa será padecer a éstos tiranos K? Saque usted sus propias conclusiones.
Felipe Solá finalizaba su alocución ante las Comisiones de Agricultura y de Presupuesto y Hacienda de la Cámara Baja exponiendo los beneficios del “Capitalismo Popular” ¿A qué se refería? Al capitalismo popular del bolivariano Chavez, de Correa, de los Castro brothers, o al capitalismo de países como Australia, Francia, España y los Estados Unidos. ¡Cuánta ignorancia! También fue Gobernador de Buenos Aires. ¿Cómo está Buenos Aires con sus U$ 5.000 millones de deuda? Ni les cuento el sector pesquero, todos se acuerdan mucho del ex gobernador.
¿Cuando el Estado Nacional propone realizar un “blanqueo de capitales” conocerá el significado del término “seguridad jurídica”? El capitalista jamás invertiría en un país como el nuestro teniendo a su alcance cientos de oportunidades por demás tentadoras. Algún fondo buitre de la era Cavallo lo intentará seguramente.
Los peronistas son incorregibles, como parafraseara Borges en alguna oportunidad. Aman el poder y son excelentes “hombres de negocio”. Veamos la historia reciente: Perón nacionalizó las empresas de servicios. ¿Quién se quedó con la comisión de esas ventas? Luego Menem las volvió a vender. Privatizar ¿Quién se quedó con esas comisiones? Hoy vemos como el matrimonio Kirchner vuelven a nacionalizar, perdón: “argentinizar” las mismas empresas. ¿Quiénes se quedan con las comisiones y las empresas? Unos genios. Nosotros, unos giles. Ahora Aerolíneas Argentinas, bye, bye España, nuestro último “amigo” europeo.
Me olvidaba: Gracias Presidente Uribe. De acuerdo a la información que todos hemos recibido por los diferentes medios, rescató a Ingrid Betancourt luego de 6 años de cautiverio y ha conducido la política y la economía de los colombianos por lo visto correctamente. Además cuenta con el 90% de popularidad. Cristina con el 19% y Néstor con apenas el 20% no lo logran, a pesar que el ex Presidente se internó en la selva poniendo su prestigio político y su propia vida en peligro.
Los Senadores representan los intereses de las Provincias, veremos si están a la altura de los acontecimientos el miércoles próximo. Podremos saltar al vacío o disfrutar la alborada de una nueva República.

miércoles, 2 de julio de 2008

SIGUE LA NOVELA

SIGUE LA NOVELA

Ricardo Bengolea



Hubiera deseado para el bien de nuestro país que la novela de terror escrita por el matrimonio Kirchner con el sudor y el trabajo de la gente de campo fuera escueta, pero no lo es. Tiene final abierto. Sin contenido y mal redactada, donde el único misterio se centra en cómo el ex Presidente doblegará la voluntad de los diputados obsecuentes traicionando el mandato del pueblo que los votó.
Las alícuotas confiscatorias de las retenciones a las exportaciones agropecuarias son el ejemplo más cabal del desprecio o la ignorancia de gran parte del electorado por el papel del Parlamento en todo estado democrático.
Que la mayoría de los legisladores hayan aprobado a mano alzada las facultades extraordinarias delegadas en el Poder Ejecutivo para que hiciera con ellas el estropicio que estamos padeciendo habla a las claras del poco sentido republicano que anida en sus corazones. El Pueblo permaneció callado.
El Presidente gobernó durante sus cuatro años a la Argentina por medio de decretos de necesidad y urgencia, cuando no existía la carencia ni el apremio que lo amerite. Contrastaba con los U$ 50 mil millones en reservas dentro del Banco Central. El Pueblo se mantuvo callado. El ataque a empresarios, medios de prensa y periodistas, a la Iglesia y a Presidentes de países extranjeros tampoco parecía conmover a la opinión pública.
El sistema federal plasmado en nuestra Carta Magna vulnerado por los impuestos a las exportaciones y al cheque que no son coparticipables con las Provincias y Municipios, corrió la misma suerte. La gran mayoría del pueblo argentino asintió con su voto esa forma de gobernar, mientras recibía las migajas de un supuesto crecimiento económico donde muy pocos se preocuparon por las verdaderas cuestiones que castigaban a la democracia incipiente de nuestro país.
A medida que nuestros derechos y garantías fueron vulnerados una y otra vez por Néstor Kirchner y luego por Cristina Fernández, parecía que una sociedad indolente asumía su destino decadente. El árbol no nos permitía ver el bosque. El supuesto crecimiento nos impedía ver otras realidades mucho más profundas e importantes.
En el Informe Mundial de Drogas de las Naciones Unidas muestra un escandaloso aumento en el consumo de estupefacientes en nuestra sociedad creció del 1,9 al 2,6% en seis años, convirtiéndose en el primer consumidor de cocaína y el segundo consumidor de marihuana en América Latina. (La Nación).
El Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuato Di Tella realizó una encuesta donde afirmó la tendencia alcista de la inflación al 36,7% en el interior del país y una inflación a nivel nacional del 34,7%, contradiciendo como era de esperar las mentiras del devaluado INDEC. (La Nación).
Acostumbrados a escuchar las diatribas del ex Presidente Néstor Kirchner contra el FMI, el Banco Mundial y el Club de París, suponíamos que cancelaría lo más pronto posibles esas obligaciones crediticias. El FMI fue el único beneficiario, solamente para que con sus informes no se ocupara de su Administración. La deuda hoy supera aquella del 2001. Con U$ 144.728 millones a cuestas y los vencimientos en puertas, nos volvió a engañar.
La crisis energética se sufre a diario y no hay solución a la vista. Desde la pesificación asimétrica hasta los intrincados vericuetos de los subsidios antojadizos monitoreados por Julio De Vido y Guillermo Moreno han dado como resultado que la industria no pueda contar con el gas ni la energía eléctrica suficiente para producir, ni el campo recibir el adecuado flujo de gasoil para sus máquinas tanto durante la siembra como en la cosecha.
Mientras la señora Presidente acusa al campo de “timberos” injustamente, tanto el Presidente uruguayo Tabaré Vázquez como Lula Da Silva, con gran sentido común, han criticado el sistema de retenciones aumentas por su Gobierno. Genera perjuicios económicos a ambos países vecinos. La Argentina quedó aislada en este tema en particular dentro del MERCOSUR. Lo mismo sucedió cuando la señora visitó Roma e intentó plantear los fundamentos de los impuestos a las exportaciones cuando el mundo entero reclamaba menos trabas impositivas a los generadores de alimentos.
Los Kirchner siguen sordos, pero no mudos. Usan el atril pero también a sus voceros. Luis D´Elía y Hebe de Bonafini, quién sin empachó insultó al Vicepresidente de la Nación Julio Cobos: ¡Traidor! Por haber cometido el pecado de llamar al diálogo. Golpistas y desestabilizadores a los productores agropecuarios. ¿Sabrá la señora de Bonafini de dónde provienen los fondos entregados por el Estado a las Madres de Plaza de Mayo de 4,5 millones de pesos en subsidios directos, 30 millones de pesos para hacer casas en la Provincia de Misiones y de $ 944.000 para alimentar obreros de la construcción?
Argentina, país generoso.
El Ministro de Agricultura de Brasil, Reinhold Stephanes anunció inversiones por
U$ 40.372 millones para financiar la siembra de soja y otros cultivos. Nosotros no tenemos Ministro de Agricultura. Un despropósito en un país de nuestras características.
Lula Da Silva anunció U$ 8.000 millones para programas de fomento a la agricultura familiar. Para Cristina y Néstor esos pequeños productores serían también oligarcas. Hugo Chávez, el tercer vocero del gobierno también trató a los reclamos del campo y del interior del país como intentos de golpe de Estado de la oligarquía. Un mamarracho.
Felipe Solá no distingue, a pesar de su formación como ingeniero agrónomo y su experiencia al frente de la Provincia agropecuaria más importante, que la confiscación de la renta es inconstitucional. Nuestra Jurisprudencia establece que si las alícuotas impositivas superan el 33% son confiscatorias. Felipe propuso una alícuota del 40% en su anteproyecto de ley. Asimismo afirmó que el Poder Ejecutivo es quién posee las facultades para establecer nuevos impuestos, desconociendo al Parlamento. ¿Ignorante? ¿Oportunista? Por cierto no es el único. Alguien los elige como gobernantes. Si la mayoría ha decidido vivir a costa de un sector de la economía no es solamente la culpa del matrimonio Kirchner o de quienes le precedieron en el cargo, sino de quienes los han votado pensando en algún provecho económico olvidando cuestiones más importantes para una Nación como la ética, la capacidad y el sentido de República.