MEXICAN FOOD

MEXICAN FOOD

Ricardo Bengolea


Dentro de esta Argentina histérica que no profundiza los cambios necesarios en todas las políticas de Estado ahora le toca el turno a la droga. Desde la exitosa campaña de la Administración de Carlos Menem contra la el narcotráfico y el consumo de estupefacientes donde Diego Maradona y Coppola se convirtieron en los paladines y caras visibles del “Sol sin drogas” hasta la cómoda instalación de las cocinas de precursores químicos utilizados para la producción de droga sintética en la periferia bonaerense ha pasado mucho agua por debajo del puente.
La política para combatir el narcotráfico no ha resultado exitosa, muy por el contrario, tal es su fracaso que se ha potenciado tanto el tráfico como el consumo. La droga ahora se produce en cocinas dispersas estratégicamente en el conurbano bonaerense con la complicidad del poder político.
El descarte de las cocinas que producen cocaína es el paco, la pasta base de cocaína que mata cientos de niños pauperizados y olvidados a la buena de Dios. Es políticamente incorrecto ocuparse de ellos y de los miles de conciudadanos que padecen el flagelo del consumo y adicción de otros tipos de drogas como el consumo excesivo de alcohol, la marihuana, el éxtasis y los pegamentos que se inhalan hasta descerebrar a su víctima.
También pareciera ser que financian campañas políticas. Será muy interesante saber si el fiscal Thomas Mulvihill ante el Tribunal con sede en la ciudad de Miami logra su cometido de probar las acusaciones sobre lavado de dinero que penden sobre “el valijero” Guido Alejandro Antonini Wilson. Para nosotros los argentinos, comprobar que los U$ 800.000 retenidos por la justicia estaban destinados a la campaña política de la actual Presidente Cristina Fernández de Kirchner sería confirmar lo que ya es Vox Populi. . Si no lo hace Antonini Wilson seguramente lo harán Franklin Durán, Kauffmann, Maionica o el uruguayo Wanseele. Es tan evidente la financiación de los venezolanos como de las FARC colombianas a la campaña de la Presidente que no sería extraño considerar a Forza y sus “muchachos mexicanos” como grandes inversores en el sueño de fantasía kirchnerista. Es un tema demasiado complejo para que lo trate nuestra clase política que no tiene la voluntad y la capacidad para hacerlo. Será toda la sociedad como ocurrió en Ciudad de México, organizada y decidida a darle batalla a esta calamidad que hipoteca nuestro futuro como sociedad.
Los jóvenes de hoy serán los padres del mañana, según logremos implementar las políticas hostiles al consumo y tráfico de drogas podremos vislumbrar un mañana un tanto más promisorio que nuestra acuciante realidad.
El Gobernador Daniel Scioli aclaró que no permitirá la cartelización de la droga en la Provincia de Buenos Aires. Tarde piaste. Las cocinas de los carteles mexicanos, pues hay más de uno organizado en “La Provincia” como le gusta denominarla la publicidad oficial, es una triste realidad. A los recientes crímenes me remito, sin contar los cientos de peruanos, bolivianos, colombianos y argentinos que han sido víctimas fatales de los sicarios de la Mexican cuisine.
¿El tema preocupa a los padres de familia? Creo que no lo suficiente como para establecer pautas sociales y legales para hostilizar el tráfico y el consumo. Están cada vez más ausentes, sin la información debida y por cierto con poca voluntad para enfrentar esa situación. ¿Preocupa al Estado? Mucho menos. Tienen asuntos mucho más importantes para ocuparse como el vestuario de la Presidente para sus próximas visitas internacionales, el tejido político armado por Néstor como malla protectora de los equilibristas oficiales de turno. El tema de la droga y el consumo desmedido de alcohol son temas urticantes para el poder político ya que hace falta tomar conciencia del gravísimo problema, diseñar las políticas necesarias para la prevención y quizás lo más delicado: combatir sin descanso el gran negocio detrás de ambas adicciones.
Las distintas Administraciones han recurrido a cifras y porcentajes por demás explicativos sobre el consumo tanto de alcohol como de las demás drogas, con muy poco éxito ya que no solo somos un país de tráfico de estupefacientes denunciado en los años ´80 sino en la actualidad de alto consumo y de producción. Lo mismo sucede con el consumo desmedido de alcohol, abarrotando las guardias de los hospitales, cuadruplicando los accidentes de tránsito, potenciando la violencia familiar y el número víctimas cada vez más jóvenes de los policonsumos iniciados antes, durante y después del boliche. Tampoco hay control por parte de los padres. Grandes cómplices.
Es mentira que la Prefectura hace trasbordo de cargamentos de estupefacientes en alta mar. Es mentira. Lo mismo ocurre con la Gendarmería. Es mentira que nuestras fronteras son un colador. ¿El Gobierno nacional y el provincial estarán al tanto de lo que ocurre? Desde ya que sí. Pero nadie se anima a patear el hormiguero del gigantesco negocio de la droga. Contamos con solo 2 radares para controlar el extenso espacio aéreo nacional y como corolario necesario surgen miles de pistas estratégicamente ubicadas en las distintas provincias donde a diario aterrizan decenas de avionetas con sus cargas completas de estupefacientes que en horas es fraccionado, adulterado, pesado, cargado, transportado y entregado a los dealers que se ocupan de envenenar a nuestros hijos. ¿Qué hemos hecho nosotros además de exigirle a un Estado incapaz y cómplice para que revierta esta tendencia? No nos importa lo suficiente. Matan a nuestros hijos o les queman el cerebro y estamos tan ocupados con nuestra persona que desprotegemos lo más preciado de toda sociedad.
Hay carteles de droga mexicanos, peruanos, bolivianos, colombianos y brasileños. Podríamos organizar la Copa América de la droga auspiciado por “La Provincia”.
El Partido Justicialista ha dominado la escena política de la Provincia de Buenos Aires en la última década. El narcotráfico se esparció por todo el territorio provincial sin control. La pregunta siempre es la misma: ¿Incapaces o cómplices?
Un prestigioso grupo de economistas del Banco de España realizó un informe acerca de la situación de la seguridad jurídica y económica de futuras inversiones de capital en la Argentina. Solo aplicaron la receta del realismo. Reina Cristina les respondió: ¡¡ Porqué no te callas!! parafraseando al Rey Juan Carlos en su oportuna sugerencia al implacable bolivariano. La economía española ha superado a la de Italia. Olé. Para muestra vale un botón y la sola idea de haber superado en volumen de inversiones a la alicaída economía de Il Duce Berlusconi le da al Gobierno de Rodríguez Zapatero la argumentación suficiente para exigirle a la Argentina, país que recibió la principal oleada de inversiones en los ´90, que realice profundas transformaciones dentro de su economía para resguardar el capital invertido de los empresarios ibéricos.
No sé si se percataron pero hay una modalidad común entre Kirchner, Chávez, Morales, Correa y el flamante presidente paraguayo, Fernando Lugo. Las advertencias de complot, golpe de Estado y desestabilización ocupan gran parte de sus tiempos políticos. Es una lástima que no presten atención a las Administraciones de Bachelet, Lula y el oriental Tabaré Vazquez. Gobiernan en lugar de denunciar. Hechos no palabras.
Me pareció interesante compartir con ustedes la situación de Yasuo Fukuda, el Primer Ministro japonés que renunció ayer. Ustedes lean atentamente las causas y podrán compararlas con aquellas cuestiones de cierta Presidente latinoamericana: renunció antes de cumplir un año en el cargo, bajísimos índices de popularidad, renunció debido a la tensa relación con el Parlamento. Igual pero distinto, ya que Fukuda afirmó que “mi renuncia es lo mejor para Japón”.