lunes, 23 de junio de 2008

KIRCHNER LO HIZO

KIRCHNER LO HIZO

Ricardo Bengolea




Mientras la Presidente recibía a las cuatro entidades rurales en su despacho evitando que los dirigentes realizaran su entrada triunfal en el Congreso de la Nación, convencida del éxito de su genial estratagema, su par brasileño, Lula Da Silva destinaba U$ 50.000 millones para el complejo agro alimenticio. Es una cuestión de objetivos. Argentina apostó al populismo y a la pobreza en tanto que nuestro vecino colosal desde sus inicios imperiales siempre fue consecuente con el progreso. Dicen los que saben que el pueblo brasileño tiene tres temas intocables: La Virgen María, el football y los exportadores. De generación en generación se fueron transmitiendo esas consignas. Tampoco ellos escapan a las realidades latinoamericanas de corrupción cuando de distribución equitativa se refiere, pero eso es harina de otro costal. Tampoco aquí lo hacemos.
Como sucedió con el emperador riojano Carlos I de Anillaco, Néstor y su compulsiva manera de fogonear la crisis del campo, me condujo a la más fina ironía para pintar este difícil e inexplicable momento argentino.

Kirchner lo hizo:

1- En 100 días de conflicto generado por la incapacidad manifiesta de su media naranja y su delicada estrategia, Néstor logró que las cuatro entidades rurales se unieran. “Nos unió el espanto” parafraseó Eduardo Buzzi, Presidente “electo” de la Federación Agraria al igual que el resto de sus pares.
2- Unificó a todos los Partidos políticos de la oposición, desde Vilma Ripol hasta Mauricio Macri.
3- Logró que todos los Medios de prensa, orales y escritos, unificaran sus severas e incontrastables críticas contra lo que puede denominarse “un suicidio político” con el inminente peligro que todo un pueblo fuera arrastrado al abismo. Las tristes excepciones fueron Página 12 y Canal 7.
4- Consiguió resquebrajar al Partido Justicialista en 100 días de crisis con el campo dejando en el olvido 4 años de infructuosa “transversalidad y borocotización” política del pueblo de Perón. Volvió a toda la liturgia peronista sin chistar.
5- En 100 días de controvertidas apariciones y consejos al oído, logró que su esposa, nuestra Presidente, que al asumir su digno cargo tenía el 45% de imagen positiva pasara a sólo el 19%, mientras que él descendía del 48% al dejar la presidencia hasta el 23% en la actualidad en un desesperado derroche de calidad institucional. Todo gratuito. Aunque en el fondo, nada es gratuito.
6- En un tiempo record de 4 años, como Presidente, y 5 meses como Príncipe consorte, brindó la primera conferencia de prensa mientras Cristina nos pregonaba desde el altar de Plaza de Mayo acerca del amor y la Paz.
7- Puso en el pedestal que corresponde, acorde con la importancia estratégica del sector agropecuario, a toda la problemática y la riquísima idiosincrasia del campo argentino. “Sin querer queriendo”. Gracias Néstor.
8- Logró que parte de los piqueteros no “clientelistas” liderados por Castells y Alderete unieran sus reclamos con los oligarcas golpistas del campo. Vaya logro. Corriente Clasista y Combativa y Sociedad Rural Argentina un solo corazón. Suena como increíble.
9- Logró que el Parlamento finalmente se pusiera a trabajar.

10- Fabricó una crisis económica, política y social en pleno crecimiento.

¿Duhalde es el Mesías? ¿Quién nos estableció graciosamente el imperio pingüino? Qué frágil es la memoria de algunos. Eso Kirchner lo sabe al igual que Cristina, de ahí que especulan con cierta certeza que el tiempo borrará las cicatrices que marcaron las profundas divisiones durante este centenar de días de insultos y mentiras. Un peronista saca a otro peronista. Duhalde ya lo afirmó sin empacho haciéndose cargo de la tristemente célebre Isabelita. ¿Quién volteó a Fernando De La Rúa? Eso también los Kirchner lo analizan profusamente, saben que pueden terminar de igual manera que el timorato ex Presidente.
El campo profundo se encuentra en una tensa calma, como intuyendo un nuevo engaño por parte del Poder Ejecutivo. No será la primera vez y mucho menos la última. Kirchner piensa: “ni vencido aún vencido”.
Quedan demasiados temas sin solución como la creciente inflación y el aumento de precios, la crisis energética, la inseguridad, que a pesar de ser diarios reclamos por parte de la sociedad no encuentran a los interlocutores válidos ni capacitados para su solución.
El tratamiento por parte del Congreso de las futuras políticas agropecuarias serán la plataforma económica del país, así fueron construyendo su desarrollo países como Canadá, Australia y Nueva Zelanda, modelos que la Argentina nunca debió abandonar en pos de la falacia populista que fueron plasmando, en forma alternativa, las diferentes administraciones a lo largo de los últimos 60 años.
Luego de decidir qué tipo de país queremos, realizaremos en conjunto las modificaciones con el coraje y la sabiduría que los tiempos exigen. Pretender gozar de los beneficios de las sociedades más avanzadas sin realizar los cambios necesarios para que ello se lleve a cabo es pura inmadurez, característica distintiva de muchos de nuestros comportamientos.

lunes, 16 de junio de 2008

¿ LUPO ESTÁS ?

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¿LUPO ESTÁS?

Dr. Ricardo Bengolea



Luego de deglutir con apetito desmedido a los partidos políticos, al Parlamento, al Consejo de la Magistratura y a la esperanza de millones de argentinos, Caperucita Roja Cristina preguntó: ¿Lupo estás? - Aquí estoy- dijo Néstor, devorando en un solo acto a la Presidente y lo que restaba de la República. El Presidente del Partido Justicialista permanece agazapado, atento a las reacciones lógicas de los ciudadanos ante tanto atropello. No sabe otra cosa que confrontar: mandatarios extranjeros como Bush, Tavaré Vazquez y Fox, inversores españoles, empresarios nacionales, militares, la Iglesia Católica y finalmente al campo. Jamás imaginó que las cuatro entidades rurales pudieran coincidir en el reclamo como asimismo subestimó a las Provincias y a su gente.
Surgió sobre los hombros de cientos de forajidos que reclamaban la Plaza de Mayo como propia el ex Presidente Kirchner, rodeado de pelafustanes y alcahuetes que no dudarían en dejarlo caer si no contaran con las cuantiosas remesas que el Gobierno les hiciera llegar alegremente en contraprestación a los servicios de custodia y resguardo de la tiranía de turno.
Tirano es quién desprecia el orden institucional, quién decide gobernar sin el contrapeso del Congreso. Aquel que somete por la fuerza de su ilegal concentración de riqueza a gobernadores e intendentes de escasos escrúpulos. ¿Murió el federalismo? Poder y más poder. Atacando a la prensa libre y desarticulando a los partidos políticos de la oposición. El poder por el poder mismo. No para erradicar definitivamente la indigencia y la pobreza de nuestro país sino para someterlos y humillarlos, convirtiéndolos en cautivos de la peor administración pública de nuestra historia como Nación.
¿Lupo estás? -Aquí me encuentro- repite Néstor, imaginando el escenario de violencia y represión organizada, fomentada por él mismo como una paradoja del crecimiento que tanto declamó durante su presidencia.
Comenzó hace un año atrás cuando ambos, Néstor y Cristina, junto a su mesa chica de cráneos, se dieron cuenta que no les cerraban las cuentas.
El gasto político, comprando voluntades federales, el excesivo gasto público reafirmando el unitarismo más falaz, subsidios cruzados e ineficientes y grupos de choques, armados y violentos, con el fin de amedrentar cualquier hipotético golpismo. Sueño de una noche de otoño.
Mientras la inflación avanzaba en progresión geométrica respecto del crecimiento económico, la crisis energética ya detenía casi por completo el incipiente crecimiento de la economía. La difunta economía del 2001 apenas abría un ojo. Estábamos vivos. Néstor mintió al pueblo asegurando que crecíamos a tasas del Primer Mundo y nuestro desarrollo era la envidia de los países vecinos. No habíamos pagado la deuda externa, el INDEC pasó al olvido y tanto nuestro índice de crecimiento, de desocupación y de inflación quedaron plasmados en el imaginario popular. Apenas hay una leve inflación al igual que soportamos una sensación de inseguridad. Hoy se comete un crimen cada hora en la Provincia de Buenos Aires ¿Scioli estás?
Con el aumento del 30% de la pobreza creo que existe algo mucho más grave que simples sensaciones. Me olvidaba: “tampoco hay crisis” afirmó la Presidente. ¿Lupo estás? –Me acabo de comer a la libertad y a la democracia.
¿Será Alfredo De Angelis el nuevo Lula Da Silva argentino? Ambos provienen de clases sociales humildes. Similar origen político. Lula del socialismo y Alfredo del Partido Comunista Revolucionario (PCR). Ambos militan en el sindicalismo. Lula en el gremio metalúrgico, De Angelis en la Federación Agraria Argentina. Los dos conciben un país generoso, desarrollado y progresista. El primero lo está demostrando con los índices económicos y sociales de Brasil. Alfredo, con su forma de ser campechana, de piel curtida y mirada clara pero con el sueño de la Argentina grande, con mucho sentido común y argumentos simples haciendo trastabillar al tirano.
Han pasado ya demasiados genios que han comprometido a la Nación por generaciones de argentinos. Impunes han logrado seguir gozando de una sociedad complaciente. Eso no ocurre en los países del primer Mundo. El que las hace las paga. Presidentes, Gobernadores y super Ministros.
Pensemos por un momento en la posibilidad de aplicar el Juicio de Residencias como en la época colonial a cada funcionario que ocupe la responsabilidad de administrar los destinos de la Nación. Nadie es responsable por las severas crisis que hemos sufrido una y otra vez.
¿Lupo estás? -Claro que estoy- es la respuesta lacónica de Néstor ante la sorpresiva reacción del interior profundo.
No hay que subestimar al matrimonio Kirchner. Parecen autistas pero cada instancia es pensada y elaborada con la minuciosidad de un científico de la maldad. Desde el primer momento que ordenaron al ex Ministro de Economía aplicar la resolución 125 de las retenciones móviles hasta la increíble detención de Alfredo De Angelis siempre existió por parte del Gobierno nacional una estrategia para cubrir los fracasos de su gestión con violencia y anarquía.
Debemos responder con la no violencia, aunque nos fuercen a reaccionar. Los mansos del campo se cansaron de aportar su esfuerzo sin nada a cambio. Los argentinos se cansaron de ofrecer su esfuerzo y esperanza sin recibir más que mentiras y engaños. Un nuevo país asoma y el Lupo intenta cubrirlo con sangre inocente, como si no fuera suficiente la que se derramó en el pasado. Tiene un gran problema: desde lo ideológico no quiere solucionar el conflicto ni pacificar el país. Y lo que es mucho más grave, tampoco sabe.
La bronca de millones de argentinos expresada en ruidosas expresiones exigiéndole al Gobierno llamar al diálogo en esta tarde noche del histórico 16 de junio es el resultado de 98 días de humillación no sólo al sector agropecuario sino a toda la República. Ha finalizado, por fin, el autoritarismo de los Kirchner, ahora resta averiguar si han sabido leer el mensaje contundente de los ciudadanos o continuarán con su maquiavélico plan de confrontar al pueblo expresado en las insensatas afirmaciones de D´Elía y en la organización del acto el próximo miércoles en Plaza de Mayo mientras las cuatro entidades del agro convocan a un día de oración ecuménica. ¿Lobo estás?

martes, 10 de junio de 2008

VÍA CARACAS

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Dr. Ricardo Bengolea


Clima de negocios negativo. Creciente e imparable inflación. Crisis energética agudizada por falta de políticas realistas. Ausencia de inversiones extranjeras. Deuda externa con vencimientos a corto plazo. Gasto público desmedido. Un gobierno desgastado políticamente. Todos estas situaciones delicadas que acabo de enumerar tienen como corolario el aumento del 30% de la pobreza y una economía que se enfría al compás de los agravios que Néstor y Cristina Kirchner le han dedicado injustamente al sector más eficiente y productivo de nuestra economía: el sector agropecuario, el único sector empresario que apoyó con su aporte los difíciles trances del 2001.
En medio de tanta locura, se nos fue Bernardo Neustadt, en el día del periodista, “aquel que ayudó a pensar”, como rezará sobre su tumba.
Kirchner exigió perdón. Cristina pidió perdón. ¿En qué quedamos? No hace falta perdón, hace falta sentido común y mucha ética republicana para soñar una nueva Argentina. En todo caso ambos deberían disculparse por haber dilapidado, en los cuatro años y medio de administración, más de 25.000 millones de dólares en concepto de retenciones quitados al campo. Después del discurso de la Presidente estoy más tranquilo. El excedente del 35% de las actuales retenciones (cerca de 1.350 millones de dólares) lo va a manejar y distribuir graciosamente Julio De Vido. Como diría Bernardo: “Yo, terminé”.
Uno podía observar anoche, durante la majestuosa puesta en escena por parte de Cristina Kirchner en el Salón Blanco de la Casa Rosada, como gran parte del empresariado argentino se asociaba a esta unitaria forma de gobernar convirtiéndose en cómplices cobardes ante el avasallamiento de la Constitución Nacional, del federalismo y del sector agropecuario.
El interior profundo no existe. Aquel que genera los bienes por los cuales Argentina orgullosamente se presentaba ante los países desarrollados como “el granero del mundo” era abandonado a su suerte por industriales, financistas, banqueros y empresarios de todos los rubros.
La clase política resumida en Elisa Carrió, que acompañó a los mansos que un día despertaron desde el primer instante del conflicto que el Gobierno armó contra el campo. Lo mismo hizo Gerardo Morales de la UCR. Los demás, brillaron por su ausencia o lo hicieron tan tibiamente que pasaron inadvertidos. En eso tiene razón el Ministro de Planificación: no es tiempo para tibios.
El campo incomoda. No solo no recibe subsidios como el resto de los sectores de la economía sino que el Estado le quita rentabilidad por medio del 44% en carácter de impuestos a las exportaciones (retenciones). A pesar de ese pequeño detalle, es el sector más eficiente de nuestra economía. Asimismo es el agro más tecnológicamente avanzado y productivo del mundo.
Como diría Eduardo Buzzi de la Federación Agraria: ¡Qué fácil es aplaudir cuando la distribución de la riqueza se hace con la plata ajena!
Como un aire fresco a tanto atropello llegó el fallo de la Jueza en lo Contencioso Administrativo de Capital Federal la Dra. Liliana Heiland. Las retenciones son inconstitucionales. “No taxation without representation” (no modificar impuestos sin representación) es la breve síntesis de la Carta Magna. Solo el Parlamento puede crear o modificar impuestos. Aquellos que se arroguen dicha facultad serán considerados “infames traidores a la Patria”. Los superpoderes que aprobó la mayoría kirchnerista viola el espíritu de los constituyentes pues crear o modificar los tributos son una facultad indelegable del Congreso. Si existiera esa delegación, en todo caso, debería ser limitada, no confiscatorio como lo son las nuevas alícuotas de las retenciones a las exportaciones agropecuarias.
Ante este patético panorama generado por el matrimonio gobernante, donde el Príncipe consorte tiene mucho más poder que la Reina, es indudable que aquello que los movilizó a ambos no fue precisamente una lucha sin cuartel por aumentar la producción y el empleo. Mucho menos combatir la extrema pobreza que padecen millones de argentinos sometidos a la vil dádiva y al clientelismo político. Acumular poder y riqueza.
Adelantándome a los hechos, me imagino a Néstor y a Cristina huyendo del país, con más riqueza que poder con rumbo al paraíso bolivariano. Junto a Chavez echarían las culpas de tanto fracaso e incapacidad a los oligarcas del campo que no quisieron colaborar con la distribución de la riqueza. Que fue un golpe de las minorías políticas contra el gobierno de la República a pesar de haber sido ellos mismos, en primera y última instancia, quienes fueron pagando en cómodas cuotas de incapacidad, exceso de poder y falta de respeto a las instituciones republicanas los pasajes en clase turista con destino a Caracas. Ojalá me equivoque.

miércoles, 4 de junio de 2008

COMBATIENDO AL CAPITAL

COMBATIENDO AL CAPITAL

Dr. Ricardo Bengolea
www.ricardobengolea.blogspot.com




Inmersos en una crisis que promete ser similar a la del 2001, el Gobierno Nacional intenta vanamente vencer a los fantasmas generados por su incapacidad para gobernar. Muchos han definido el comportamiento de Néstor Kirchner como una patología que lo conduce a él e inexorablemente a su Administración a un callejón sin salida fruto de su miopía política concibiendo a cada detractor como a un enemigo a vencer. El diálogo no forma parte de su vocabulario.
Desde su paso por la gobernación de la austral Santa Cruz hasta ejercer la primera magistratura nacional nunca dio una conferencia de prensa. Tampoco la actual Presidente. Nunca enfrentó una mesa de debate. Tampoco lo hizo Cristina Fernandez. Vapuleó a la prensa en general despreciando lisa y llanamente el aporte de éstos como resguardo al avasallamiento por parte del Estado de los derechos y garantías plasmados en la Constitución Nacional.
Jamás se reunió con sus adversarios políticos ni con las minorías políticas y sociales con el fin de modelar las estrategias conducentes a una suerte de Pacto de la Moncloa como lo hicieran los españoles luego de tanto sufrimiento. Nuestra Presidente apenas esbozó el Pacto del Bicentenario mientras el país se incendiaba.
¿La culpa fue de los Kirchner? A lo mejor las palabras más acertadas para explicar nuestra decadencia sean las de Alfredo De Angelis : “ Vamos a tener que hacer nuestra mea culpa”. El entrerriano caló hondo, donde más nos duele a los argentinos: nuestra responsabilidad, por comisión u omisión, en la elección de nuestros representantes.
La gran mayoría del pueblo conocía las características poco republicanas del ex presidente, disponiendo de los suculentos saldos exportables sin dar explicaciones a nadie. Asimismo como sedujo a intendentes y gobernadores con los “espejitos de colores” en desmedro de sus comunidades. Una vergüenza. Sin embargo, en octubre de 2007, su esposa Cristina Fernandez es elegida Presidente de la Nación por mayoría, a pesar de numerosas denuncias de fraude electoral.
El reconocimiento por la falta de responsabilidad al momento de sufragar de aquellos que se sienten defraudados ante la situación de caos institucional que vivimos, marca a las claras esa vocación argentina a tropezar con la misma piedra eternamente.
¿La culpa es de los Kirchner? Pues creo que no. Son el emergente de una sociedad que no se compromete con el futuro, que no participa activamente en la política, que no exige que sus administradores de turno respeten los principios republicanos castigándolos con la ley una vez finalizado su período de gobierno. En la práctica, muchos de los presidentes finalizaron su mandato antes de tiempo.
El peronismo tiene mucho que ver con los fracasos democráticos e institucionales que padecemos. Frondizi, Illia, Alfonsín, De la Rúa, fueron jaqueados y volteados por el acoso permanente del PRI argentino. Al gobierno de Isabel Perón, también lo voltearon sin contemplaciones.
Cuando el Presidente del Justicialismo acusa al campo y a sus dirigentes de “desestabilizadores” y “golpistas” apoyado por los desprestigiados de siempre devenidos en simples sometidos, debería realizar un serio y profundo análisis de las acciones nacidas del seno de su propia militancia y como la misma influyó muy negativamente en la vida democrática de nuestro país.
La culpa no es del chancho sino de quién le da de comer. Fue la mayoría del pueblo argentino quién votó por el Partido que en la letra de su himno clama con orgullo “combatiendo al capital”. Ningún país serio del mundo combate al capital. Sería un suicidio. En eso somos especialistas. Más bien tratan de “seducir al capital”. Hay estrategias implementadas por las Naciones desarrolladas conducentes a captar inversiones que son el único reaseguro contra la pobreza y la desocupación. No se combate al capital, se le brinda seguridad jurídica. Para que ello ocurra debe existir un Estado fuerte y vigilante, pero con la convicción que los capitales traerán nuevas esperanzas para el bienestar del pueblo, para el progreso, para el desarrollo. De lo contrario estamos ante el más vil populismo.
Sepa el pueblo votar. Sepa el pueblo respetar y hacer respetar las instituciones. Sepa la mayoría respetar las minorías. Sepa el pueblo revalorizar a un Parlamento desprestigiado y vacuo.
El conflicto que la Administración Kirchner inició contra el sector agropecuario pudo haberse evitado si el Congreso tuviera la importancia que exige nuestra Carta Magna. También si los gobernadores, intendentes, legisladores nacionales y provinciales fueran verdaderos referentes de sus comunidades y no estuvieran sometidos a las migajas que la Administración unitaria les diera. El federalismo es letra muerta.
Los Kirchner no son culpables de todo. También lo son Eduardo Duhalde que lo designó su sucesor, Carlos Reutemann que declinó dos veces el ofrecimiento del caudillo bonaerense para ocupar la Presidencia. También la oposición, pues seducidos por un divismo irresponsable no articularon los mecanismos necesarios para luchar por los principios éticos y republicanos hoy inexistentes. También el gran pueblo argentino ¡salud!, es culpable. Ahora nos arropamos con los lienzos celeste y blanco de banderas y escarapelas y se nos llenan los ojos de lágrimas al entonar nuestro Himno Nacional en cada acto contra las tropelías del matrimonio gobernante. Es tarde para lamentos y reproches. “A llorar, a la Iglesia”, afirman algunos. Lo cierto, es que debemos madurar como sociedad. Aceptar nuestra cuota de falta de criterio e irresponsabilidad al momento de plantearnos el futuro. Hagámoslo por nuestros hijos y nietos que aguardan temerosos el país que les estamos ¿forjando?