miércoles, 29 de septiembre de 2010

TOMAR EL PALACIO

Quizás el dato más importante de nuestra realidad política sea el resultado de la encuesta de Poliarquía Consultores solicitada por el diario La Nación. Mejor imagen positiva de caras a las elecciones del 2011 a menos de un año de las mismas: 51% Ricardo Alfonsín (negativa: 15%), 43% Julio Cobos (negativa: 25%) , 39% Mauricio Macri (negativa30%). La oposición tiene una imagen buena del 71% y negativa del 26%.
Resulta paradógico que mientras la Presidente Fernández asume como cabeza del G-77 más China reclamando al Mundo un orden más justo, sus tropas de asalto comandadas por Hebe de Bonafini se movilizaran hasta el Palacio de Tribunales bajo el reclamo a viva voz de la misma " Hay que tomar el Palacio, si es necesario" con el objeto de intimidar a los jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación por no fallar a favor de las locuras del oficialismo.

La Presidente y su marido deben maldecir a diario la ocurrencia de haber nombrado jueces supuestamente adictos, como sucede hasta el momento con algunos jueces federales y en la mayoría del Consejo de la Magistratura.

Mucho más patético es leer en twitter las declaraciones de la señora Presidente fustigando al Juez de La Plata Elvio Sagarra, que fue quién evitó dando lugar a una medida cautelar, de quitarle la licencia a Fibertel: " Era mucho peor de lo que pensaba. Los jueces cautelares y el grupo económico Clarín no tienen límites". Es una injerencia clara del Poder Ejecutivo dentro del Poder Judicial, vulnerando los restos humeantes de una República cada vez más a la deriva. ¿Algún Diputado de la Nación planteó o solicitó el juicio político a la Presidente por no solo desobedecer una sentencia del máximo tribunal sino de criticar a sus miembros y sus dictámenes?

El Gobierno desoye la orden de la Corte en el caso del ex Procurador de Santa Cruz Eduardo Sosa. También su gobernador no respeta la sentencia. Los diputados radicales que viajan a Santa Cruz en repudio a tanto atropello institucional son declarados personas no gratas e insultados durante la corta estadía en tierras kirchneristas. La Presidente atropella de nuevo y decide reducir en un 40% el presupuesto destinado a la Corte Suprema.

Detrás de los gritos de Hebe de Bonafini de "tomar el Palacio" se encontraban entre otros Diego Bossio (director del Anses) Gabriel Mariotto (presidente de AFSCA - ex Comfer), y los diputados Kunkel y la "esperanza" electoral de la izquierda del año pasado Martín Sabatella.

Con habitaciones que no bajan de los U$ 600 la noche sumados las comidas y seguramente un subsidio por desarraigo (no se olviden que cambiaron por algunos días Nueva York por Buenos Aires) personajes tan oscuros como Roxana Latorre, Pampuro, Díaz Bancalari, el gobernador de Entre Ríos Urubarri y el radical K gobernador de Santiago del Estero disfrutaron de los placeres de la Gran Manzana, mientras la Presidente ante unos pocos oyentes en el anexo de la sede de la ONU repetía hasta el cansancio los reclamos a los organismos internacionales y críticas a la Organización Mundial de Comercio, FMI, y otros demoníacos organismos de crédito y financiación internacional. Boudou a la par confirmaba que deseaba llegar a un acuerdo con el Club de París. ¿No es un poco loco todo esto?

Estoy convencido que tanto el radicalismo como el peronismo tendrán que abrir sus partidos y sus mentes. La mayoría de los argentinos comulgan con el Partido "independiente". Tendrán que hacer esfuerzos para ofrecer candidatos y propuestas "amables" para todos, de lo contrario no conseguirán seducir a esa mayoría silenciosa y decisoria que surge en los últimos tramos de la campaña y define elecciones.

Los argentinos elegirán a una buena persona para que los guíe en la transición que se inicia el año que viene. Lo importante es que dejen de robar. De llevarse puesta a la República y a sus instituciones. No hace falta un administrador. Hace falta un Presidente que no solo parezca ético, sino que lo sea administrando la cosa pública. La política como servicio. Como deber.

En ese péndulo en que mueve la Argentina, Ricardo Alfonsín corre con alguna ventaja por sobre el resto de los candidatos.

"Inexperto" dicen algunos, y me pregunto ¿Qué experiencia de gobierno tenían Michelle Bachelete, Lula Da Silva y Obama? Creo que no pasa por ahí, sino en la persona. El candidato como hombre y su posición frente su responsabilidad de administrar la cosa pública, su respeto por las instituciones y la sujeción a los dictámenes de la Constitución Nacional. Elisa Carrió tiene esas mismas virtudes, sin embargo por alguna extraña razón la mayoría del pueblo reconoce su compromiso con la democracia pero no la acompaña con su voto.

Dentro del Peronismo Federal las tribulaciones pasan de cómo se comportará Daniel Scioli en el futuro luego del reto de Néstor Kirchner. El ex Presidente, preocupado por ese pequeño detalle, le ha sugerido fuertemente que "jueguen a la interna partidaria" Scioli y Massa ante la negativa de Mario Das Neves de presentarse para legitimar a Kirchner.

Mauricio Macri decidió continuar con su campaña presidencial haciendo oídos sordos de tantos reclamos y sugerencias de sus compañeros de ruta de presentarse de nuevo como candidato a jefe de gobierno. Tiene razón Mauricio en este planteo, no solo mide más que sus supuestos aliados del Peronismo Federal sino que si desea convertirse en una opción para el actual bipartidismo de la política nacional no hay otro remedio que presentarse como una alternativa válida, con riesgo de perder hasta la ropa. Así comenzó Lula da Silva y llegó a ser Presidente de Brasil luego de perder en cuatro elecciones sucesivas.

Para terminar quisiera dejarles una reflexión para pensar: ¿No tendríamos que formar dos provincias diferentes entre el conurbano bonaerense y el resto de la Provincia de Buenos Aires básicamente agrícola? No puede ser que el conurbano decida la suerte del resto de la Provincia. Nada las une, ni la historia. Sus orígenes son distintos al igual que sus reclamos y necesidades.

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