miércoles, 8 de abril de 2009

LA DEUDA DE LA DEMOCRACIA

LA DEUDA DE LA DEMOCRACIA

Ricardo Bengolea



Con el fallecimiento del Presidente Raúl Alfonsín se corrió el velo que impedía que nos diéramos cuenta de las grandes falencias de nuestra democracia. Luego de 25 años de transitar por dicha senda comprendimos acerca de la cantidad de argentinos que no habían recibido los frutos más básicos y fundamentales de la misma.
Como bien comentaba Mariano Grondona en su última editorial de Hora Clave, “Ahora, la República”, parafraseando el latiguillo utilizado en la campaña de 1983 por el extinto líder radical, luego de consolidar la democracia deberíamos establecer los pilares fundacionales de la República.
Democracia es “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.
Si así fuera, el gobierno “del pueblo” reconocería a las minorías dentro y fuera del Parlamento. Respetaría los designios de quienes los eligieron respetando a la Ley suprema de la Nación no convirtiendo a la Constitución Nacional en un mero enunciado de buena voluntad. Respetarían por cierto no solo el contenido de la Carta Magna sino el espíritu liberal de respeto por los derechos y garantías ahí plasmadas.
Cuando se refiere “por el pueblo” hace referencia a la probidad de sus representantes.
Sin embargo en la actualidad la incapacidad y la corrupción son sus máximos exponentes.
La función pública, por definición es servicio público, no servicio para el representante. Es ética y moral republicana para con la ocupación del cargo y no por cierto una patente de corso que le posibilita enriquecerse a costa del sacrificio del trabajo de los ciudadanos.
La frase final de “para el pueblo”, creo yo, es donde más falencias hay.
Los millones de excluidos viviendo como parias que se amontonan como objetos molestos en los rincones de nuestra Nación sin ser tenidos en cuenta por los administradores de turno son la muestra más cabal que la democracia como panacea del bien público ha fracasado.
La pobreza es indigna y solo un trasnochado puede valorizarla. La pobreza y la indigencia son un delito de lesa Argentina. Contraria al sueño de nuestros padres fundadores y de los dones brindados por la naturaleza de nuestra rica geografía y el crisol de razas que pobló nuestro suelo. La pobreza es el fruto de la incapacidad y la corrupción más escandalosa que anida entre nosotros sin el severo castigo por parte de la justicia y el voto popular.
Si fuera la democracia “para el pueblo” no habría lugar para los demagogos como Kirchner que utilizando los principios de la estrategia maquiavélica y la confianza depositada por el pueblo soberano someten sin contemplaciones a los Partidos políticos, a la prensa libre, a Intendentes y Gobernadores, a las Fuerzas Armadas a los empresarios y al resto de la ciudadanía a la degradación y al sometimiento.
Sin embargo, “it takes two to dance a Tango”. Las instituciones y ciudadanos de la República ¿han estado a la altura de las circunstancias? ¿Votaron y apoyaron con la responsabilidad requerida? Cuatro años de complicidad durante el Gobierno de Néstor Kirchner por parte de la mayoría de los argentinos revalidaron sus equivocaciones con la elección de Cristina Fernández.
La Presidente Fernández ganó por mayoría con fraude “patriótico”. Sin decir una palabra durante la campaña electoral. ¿Recuerdan que con Carlos Menem pasó lo mismo? La silla vacía frente al candidato Eduardo Angeloz y a Bernardo Neustadt fue todo un símbolo de los tiempos que transcurren.
Desprecio por el pueblo. Desprecio por la auténtica vida democrática que significa además proponer, debatir ideas y proyectos, consensuar la mejor política a ser aplicada para la satisfacción y alegría del pueblo.
El rebrote del dengue es solo una muestra de esa humillación. De 35 casos aislados de una Charata con Intendente radical a cerca de 9.000 infectados y cinco muertos en todo el país por la irresponsabilidad del Gobernador Capitanich y la Ministra de Salud Graciela Ocaña intentando tapar al sol con la mano. ¿Pidieron asesoramiento a las ONG o al mismo CONICET ante tamaña situación? Aún recuerdo cuando en los ´90 el “genio” del Ministro de Economía de esa época, Domingo Cavallo, por si lo olvidaron, exclamó muy suelto de cuerpo “Que los del CONICET se vayan a lavar los platos”.
Hoy somos una sociedad políticamente desorganizada, socialmente enfrentada y económicamente frustrada y fracasada.
Habrá que consolidar mucho más la democracia y dar el combate final por lograr afianzar la República como única manera de respetar y ser respetados, donde la libertad individual, el respeto a los derechos y garantías constitucionales y la transparencia de los actos de gobierno sean la moneda corriente de una Argentina que pugna sin lograrlo ubicarse en el pedestal del concierto de naciones que nunca debió abandonar.
Podríamos comenzar con la reforma electoral tan discutida. La boleta única debería estar consensuada por todos los Partidos políticos para erradicar las costumbres fraudulentas de nuestras elecciones.
Argentinos jóvenes con 18 años de edad cayeron bajo el fuego inglés en Malvinas. Pasamos una guerra civil con cientos de víctimas de un bando y de otro. Sufrimos varias debacles económicas donde familias y empresarios perdieron vidas y fortunas. A pesar de todo lo que padecimos, aún hay un Estado que nos obliga a votar. ¿No será el momento de plantear la no obligatoriedad del voto como una muestra de madurez del pueblo donde prime la responsabilidad por encima del clientelismo político? ¿Inmaduros para ciertas cuestiones? Solo la práctica de la libertad nos hará madurar responsablemente.
¿No será el momento de plantearnos también la separación política del Conurbano bonaerense del resto de la Provincia agropecuaria que padecen problemas muy diferentes necesitando desde ya soluciones y decisiones políticas económico- sociales distintas?
Kirchner vuelve a tomar la delantera sorprendiendo a propios y a extraños con la candidatura a Diputado Nacional por la Provincia de Buenos Aires al Gobernador de la misma, Daniel Scioli. ¿Con el dengue lo secundará Graciela Ocaña? Pobres nosotros los bonaerenses, luego de Scioli viene Balestrini.
El 28 de junio está cada vez más cercano. El 29 puede renunciar la Presidente Fernández y asumir Cobos llamando a elecciones presidenciales ante la inminente derrota electoral, Scioli incluido, o bien una vez vencido por la sumatoria de cerca del 70% de los votos de los Partidos de la oposición decida utilizar ambas Cámaras legislativas para adelantar las elecciones presidenciales para el mes de octubre, repitiendo la misma farsa cuando obtuvo el adelantamiento de las elecciones legislativas para junio próximo.
La otra opción, la más loca de todas, por lo menos para la Kircnermanía, es la que sucede en las democracias parlamentarias europeas, donde el Primer Ministro es el fusible si el pueblo reprueba su administración y luego de consensuar con la oposición triunfante de las elecciones, conforma un gobierno de coalición consensuando las políticas de Estado más importantes hasta diciembre 2011.
Argentina año verde.
Lamentablemente el Gobierno de Fernández demostró una vez más su total desprecio no solo por el diálogo sino lo que es peor, por el sector productivo de la Argentina al levantar las reuniones con el campo. La Ministra Giorgi al igual que el ex Ministro Lousteau fueron devorados por las incandescentes luces del fracaso kirchnerista.
El currículo o “chapa” que les da para sus futuros individuales es el único argumento que encuentro para la aceptación del cargo por parte de tan prestigiosos profesionales. A sabiendas que sus decisiones sepultarán el destino de millones de argentinos ocupan con desparpajo e indecencia sus cargos públicos. Lo que es peor, sabiendo que nuestro pueblo carece de memoria incluso podrán ser llamados a ocupar cargo similares en un futuro cercano como ocurrió con Machinea, Lavagna o Cavallo. Argentina ¡¡País generoso!!
Cuando el premier de Francia, Nicolás Sarcozy salió con tanta vehemencia a defender la posición irresponsable del gobierno argentino ante el embargo de las cuentas de diplomáticos argentinos del Banco Bilbao Bizcaya de la embajada argentina en Paris como aquellos funcionarios de la UNESCO solicitada y lograda por el Fondo Elliot sospeché que el gobierno galo estaba mortificado por algo. Creo que ese “algo” es la cometa o comisión por el tren TGV de Rosario y otras yerbas que esos holdouts americanos le arrebataron al marido de Carla Bruni.
“Business are business”. Negocios son negocios, parecieran decir el Juez Griesa y parte de los fiscales franceses.
Honrar nuestras deudas también es parte de nuestra falencia democrática pues la mayoría del pueblo avaló las irresponsables palabras de Adolfo Rodríguez Saa, en uso del bastón presidencial antes que huyera a renunciar a San Luis por el jaque mate de Duhalde y también lo hizo con la elección de la Presidente Fernández reafirmando la política irresponsable en el manejo de la deuda externa de su marido.
Reconocer nuestra deuda con la democracia es consolidar para el futuro cercano las bases de la República.

1 comentario:

Leitzaran dijo...

Muy bueno, M. como siempre.como no coincidir.